Desde finales de los años noventa y durante los años dos mil, la idea de una ruptura digital tiñó la imaginación metodológica, teorética y disciplinaria de las posibles novedades que podrían surgir en las humanidades. Novedades que nos permitan regresar al pasado —qué herramientas digitales pueden ayudarnos a entender el legado de los debates, conceptos y metodologías. Novedades que nos permitan visualizar el futuro —con la capacidad de transcribir el conocimiento a datos, comienza una nueva manera de entender la vida de nuestra especie. En paralelo, y de manera acelerada gracias a las funciones digitales, se creía que la interdisciplinaridad se convertiría en la norma de los acercamientos digitales al trabajo de la humanidad.
Mientras las tecnologías digitales continuamente afectan a la manera en la que construimos el conocimiento, ¿qué lecciones de la vida digital nos han enseñado sobre los límites, oportunidades y retos en curso relativos a las humanidades digitales? ¿Podemos considerar todavía que las humanidades digitales son una “disciplina emergente” en términos de la taxonomía del conocimiento y de organización? ¿Cuáles son los continuos impedimentos en la “transformación” de las humanidades impulsadas por la información y la tecnología computacional? ¿Han logrado las humanidades digitales emergentes dirigir una “revolución” o solo se han aproximado a la “automatización”? ¿O más bien se ha producido un giro hacia la academia tradicional con un “toque digital”?
Si una innovación disruptiva se entiende y practica por parte de la industria tecnológica como un mecanismo que incremente la “eficiencia” y la “capacidad de propagación” del actual status quo digital, ¿qué capacidad disruptiva permanece desde un punto de vista crítico? La pregunta gira en torno a si las contranarrativas de múltiples voces, que en muchas ocasiones no se encuentran en el núcleo de las humanidades digitales, ofrecen una camino alternativo sobre cómo ser humano en el mundo digital, una forma de que las humanidades digitales se reimaginen a sí mismas a través de la perspectiva de una comunidad más inclusiva y activista.